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El refranero dominicano no trata tan bien como los poetas a unos de los árboles más abundantes de Santo Domingo: El Flambloyan.

La gente suele decir que el matrimonio es como el flamboyán, que empieza con flores y termina con vainas. Pero esa visión, con algo de gracia popular, no le resta valor a la presencia de un árbol que entre mayo y agosto, baña de flores rojas las aceras de avenidas, calles y parques de la ciudad.


Un poeta como Pedro Mir le compara con una mujer: "Mi flamboyán es criolla/ adornada de mil flores/ que el recio varón caobo/ conquista con sus amo- res". Imaginen: la caoba, el árbol nacional de República Dominicana, se alista para cortejar esa belleza natural, con tanto ornamento.

Mir hace de celestino sin sonrojarse. En la novela "La fiesta del Chivo", el escritor Mario Vargas Llosa no pudo sustraerse de esa presencia, cuando describe un instante del barrio de Gazcue, donde Urania, el personaje principal de su polémica novela, solfa almorzar al aire libre en una terraza ala que se recostaba un flamboyán de flores rojas.

El flamboyán es uno de los árboles más coloridos del mundo. Tiene flores rojo anaranjadas y follaje verde brillante. Es originario del bosque West Malagasy en Madagascar, en donde está en peligro de extinción. Además de su uso ornamental, también sirve de sombra en los lugares soleados porque su follaje se extiende ampliamente.

En algunas partes del mundo se le conoce con los exóticos nombres de Flamboyán, Flamboyant-tree o Royal Poinciana. En la República Dominicana este hermoso árbol que en esta época del año engalana nuestras calles. El tronco es de forma más bien irregular, nunca cilíndrico y por lo general se ramifica a muy poca altura sobre el suelo.

EL FLAMBOYAN
El árbol del Flamboyan,
Un árbol copioso y sano
El que con su gran tamaño
Tiene a los dominicanos
Agarrados entre sus manos.

Con su hermoso colorido
Nos dá sombra, nos dá abrigo
Y nos con lleva a todos
A tener Buenos amigos.

El Flamboyan canta
Cuando están secas sus vainas,
Por eso allí lo encontramos,
En el centro, en los ríos y en Cañadas,

Cobijados bajo del árbol y
Agarrados de las manos,
Debemos reconocer que
Todos somos hermanos.

Por: Nelly Váldez
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Como todos en el mundo los dominicanos, despetamos a trabajar cada dia po un mejor lugar. Aun con los poblemas diarios, somos persistentes y queremos cambiar. Nuestra isla se viste con bellas puestas de sol y atardeceres. Asi que te invito a seguir visitando este rincon virtual donde veras imagenes de mi Republica Dominicana, querida.

Hay un país en el mundo

Hayun país en el mundocolocadoen el mismo trayecto del sol,Oriundo de la noche.Colocado en un inverosímil archipiélagode azúcar y de alcohol. Sencillamente liviano, como un ala de murciélago apoyado en la brisa. Sencillamente claro, como el rastro del beso en las soltera santiguando el día en los tejados. Sencillamente Frutal. Fluvial. Y material. Y sin embargo sencillamente tórrido y pateado como una adolescente en las caderas.

Sencillamente triste y oprimido. Sinceramente agreste y despoblado. En verdad. Con dos millones una de la vida y entre tanto cuatro cordilleras cardinales y una inmensa bahía y otra inmensa bahía, tres penínsulas con islas adyacentesy un asombro de ríos verticales y tierra bajo los árboles y tierra bajo los ríos y en la falta del monte y al pie de la colina y detrás del horizonte y tierra desde el cantío de los gallos y tierra bajo el galope de los caballos y tierra sobre el día, bajo el mapa, alrededory debajo de todas las huellas y en medio el amor.

Este amor quebrará su inocencia solitaria. Pero no. Y creeráque en medio de esta tierra recrecida, donde quiera, donde ruedan montañas por los valles como frescas monedas azules, donde duermeun bosque en cada flor y en cada flor de la vida, irán los campesinos por la loma dormida a gozar forcejeando con su propia cosecha. Este amordoblará su luminosa flecha.


Este amor alcanzará su floreciente edad. Pero no. Hay un país en el mundo donde un campesino breve seco y agrio muere y muerde descalzo su polvo derruido, y la tierra no alcanza para bronca muerte.¡Oídlo bien! No alcanza para quedar dormido.

En un país pequeño y agredido. Sencillamente triste, triste y torvo, triste y acre. Ya lo dije sencillamente triste y oprimido. No es eso solamente. Faltan hombres para tanta tierra. Es decir, faltan hombres que desnuden la virgen cordillera y la hagan madre después de unas canciones.
Madre de la hortaliza. Pedro Mir ( 1913-2000)

(Falta una parte del Poema) investiga acerca de este poeta dominicano)
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Aquí, con este blog entro en una etapa experimental para dar a conocer mi bella isla. Así que cada vez que entren a este sitio tendrán la oportunidad de ver imágenes cotidianas, iconos de mi isla, fotos noticiosas y demás.

Así que espero con sus ayuda y mi colaboración estar presentes en cada rincón del mundo con esta iniciativa.

Reynaldo Brito
Fotorreportero
Periodico El Nacional
brito.reynaldo@gmail.com